Sábado 14 de Diciembre de 2024
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El plan Caputo en un punto de inflexión: bajar la inflación o incentivar la inversión

 

  • Con una desinflación acelerada el tipo de cambio perdió el 46% que había ganado con la devaluación de diciembre.
  • Pero Caputo y Milei han decidido sostener el esquema actual que para muchos posterga la inversión.
  • Habría novedades con la tasa de interés. ¿Y, alguna otra sorpresa?

Daniel Fernández Canedo

Daniel Fernández
Canedo

Los banqueros suelen decir que incierto es peor que malo.

Generalmente, utilizan el concepto en tiempos de alta incertidumbre y cuando se encuentran a la espera de definiciones que no llegan.

La idea ganó relevancia en estos días cuando, después de la aprobación de la Ley Bases en el Congreso se completan unas cinco semanas de malos resultados económicos financieros.

En junio el Banco Central dejó de comprar reservas, los bonos cayeron de precio, la tasa de riesgo país subió a cerca de los 1.500 puntos, la brecha cambiaria se amplió a niveles del 50% y el equipo económico tuvo un mal resultado en la comunicación del canje de deuda entre el Banco Central y el Tesoro Nacional que está en proceso de implementación.

Los operadores financieros consideran que, por el lado de la escasez de dólares, una causa es la incertidumbre que se generó en torno al mantenimiento o no de la vigencia del esquema de dólar oficial subiendo 2% mensual (con el objetivo de contener la inflación) y del dólar "blend" que le permite a los exportadores liquidar 80% al oficial y 20% al tipo contado con liquidación.

Sobre el tema, el último informe de la consultora Abeceb de Dante Sica sostiene que un costo de un esquema de "desinflación tan acelerada" es un tipo de cambio que también pierde valor aceleradamente: "en sólo seis meses el tipo de cambio real resignó el 46% de lo que ganó en diciembre con la devaluación".

Tanto el Presidente Javier Milei como el ministro de Economía, Luís Caputo, ratifican la vigencia del mismo esquema, aunque con una variante que podría ser relevante: una suba de la tasa de interés para hacer más atractivo el ahorro en pesos hasta que el gobierno puede demostrar que consigue más dólares.

La discusión sobre el futuro del dólar se entrelaza con el del cepo cambiario que, en las puertas de un blanqueo de capitales, refuerza las preguntas sobre quién estará dispuesto a repatriar dólares si no tiene certeza de como podrá disponer de los mismos.

Desde Economía y el Banco Central, el mensaje en el que se insiste es que del cepo se saldrá por etapas, levantando controles y construyendo un sendero con pausa hacia el mercado libre de cambios.

El titular más destacado que dejó la conferencias del ministro Caputo y del presidente del Banco Central, Santiago Bausili del 28 de junio fue el cepo se mantendrá, por lo menos, hasta fines de año. ¿O estarán preparando alguna sorpresa?

El Presidente Milei le corrió el telón a la vigencia del cepo cuando le consultaron si en los próximos 90 días había alguna posibilidad de levantamiento.

Dijo textualmente que se levantará una vez que se den las siguientes condiciones: "terminar con los pasivos remunerados, terminar con los PUT´s (bonos de deuda colocados en los bancos con cláusula de recompra) y convergencia de la inflación con la devaluación en un entorno cercano al cero mensual¨.

El informe de Sica; "El dilema de Milei: desinflación vs inversión" se inscribe dentro de los interrogantes del mercado en torno a que si, a seis meses de gobierno, es necesario refrescar algunos lineamientos del plan partiendo de la base de que el Presidente no negocia el superávit fiscal.

Entre las dudas está la anunciada reducción de 17,5% a 7,5% del impuesto País por parte del ministro Caputo.

Ese impuesto ganó protagonismo en el marco de una baja de la recaudación impositiva al calor de la fuerte caída de la actividad económica, que solo muestra leves mejoras en las mediciones desestacionalizadas de un mes respecto del anterior en rubros aislados.

Entre los datos malos, junio mostró una caída de 14,7% en la recaudación impositiva, pero el impuesto País aportó casi 7% del total. La dependencia de ese gravamen está a la vista.

La baja del impuesto País sería un alivio para las empresas, el campo y los importadores, pero también abriría la puerta a más productos importados y pondrá una prueba más exigente a la capacidad del Central de recuperar reservas.

Por al lado de los pesos, los bancos aseguran que el nivel de liquidez es fluido y que tener en su cartera bonos del Tesoro Nacional en vez de letras o pases del Banco Central no les preocupa ni les afecta el riesgo crediticio.

Un mensaje tan conciliador tal vez se respalde en que el gobierno les asegura que las nuevas Letras Fiscales de Liquidez que se implementarán estarán exentas de pagar Ingresos Brutos, una decisión que suena a música en los oídos de los banqueros y que rechazan con firmeza el jefe del Gobierno de la Ciudad, Jorge Macri y el gobernador bonaerense, Axel Kicillof.

En materia económica es imposible evitar los costos y en ese caso, el intento de dotar de ventajas a los títulos públicos que pasarán a estar en las carteras de los bancos conlleva riesgos políticos.

El plan Caputo se encamina a tener que decidir entre profundizar el sendero hacia una situación de atraso cambiario más pronunciada en la búsqueda de que la inflación confluya a un 2% mensual o en hacer avanzar el tipo de cambio para favorecer una mayor competitividad.

Y que, a su vez, esa mayor competitividad, como está sucediendo con la producción de petróleo y gas, permita dejar de lado el cepo cambiario ante el cual se rinden las aspiraciones de los inversores.

Una tercera posibilidad, por ahora ausente, sería la de postergar las decisiones para lo cual habrá que ver quiénes de adentro y de afuera estarán dispuestos a financiar esa aventura.

 

Fuente: Clarin

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