“Quieren generar miedo”. Tres autos carbonizados tras un ataque incendiario contra una subcomisaría
Ocurrió en la seccional 22ª de Rosario, un día después de un ataque similar; “la policía está fuerte y vamos a investigar”, dijo a la prensa el jefe de zona
Tres autos particulares que estaban estacionados en custodia frente la subcomisaría 22ª de Rosario quedaron completamente carbonizados tras un ataque incendiario, el segundo hecho de características similares ocurrido en un término de 24 horas.
Nadie se adjudicó el atentado y no se dejaron carteles con advertencias, como ocurrió ayer con el tiroteo a un edificio vinculado con la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA), en el que apareció una nota intimidatoria firmada por “La Mafia”. Pero el jefe de zona de la fuerza de seguridad local afirmó, sin dudarlo, que quienes lo ejecutaron “quieren generar miedo” a través de los ataques a instituciones policiales.
El último ataque incendiario ocurrió en la madrugada de hoy en la subcomisaría 22ª, situada entre Donado y Forest, de la zona oeste de Rosario, consignaron a Télam voceros policiales.
Según las primeras averiguaciones, los autos afectados por el siniestro son un Chevrolet Corsa, un Fiat Spazio 147 y un Ford Focus, secuestrados en distintos procedimientos y bajo custodia policial.
En la noche del 20/6/23 quemaron tres autos que se encontraban en el frente de la Sub comisaría 22 de Rosario. La noche anterior ocurrió lo mismo con un auto en el frente de la Comisaría 15. Nueva modalidad de apriete de los presos y narcos.Marcelo Manera
”Los vehículos están hace mucho tiempo. Fueron secuestrados después de accidentes de tránsito y están a la espera de la entrega al Poder Judicial”, señaló a Canal 3-Rosario el comisario inspector Víctor Leonardo Jaimes, que está a cargo de la Sexta Zona.
Según el funcionario policial, quienes realizaron el atentado incendiario “quieren generar miedo atacando a instituciones policiales”.
Pero Jaimes, enseguida, advirtió: “Esto no va a ocurrir porque la fuerza policial está fuerte y vamos a investigar”.
La subcomisaría 22ª no cuenta con videocámaras de seguridad, por lo que no hubo registro del momento del ataque, que se presume intencional.
En la noche del 20/6/23 quemaron tres autos que se encontraban en el frente de la Sub comisaría 22 de Rosario. La noche anterior ocurrió lo mismo con un auto en el frente de la Comisaría 15. Nueva modalidad de apriete de los presos y narcos.Marcelo Manera
Otro ataque similar en una sede policial se registró ayer a la mañana, cuando fue blanco del fuego otro Ford Focus que estaba estacionado en el frente de la comisaría 15ª, situada entre Sarmiento y Ameghino, en la zona sudoeste de Rosario.
Según surge de la investigación, un grupo de hombres que se movilizaba en un auto color rojo, pasó y arrojó un líquido combustible sobre el rodado en custodia, que estaba estacionado en el frente de la seccional y quedó destruido por las llamas.
”El Ford Focus había sido incautado el 8 de junio del año pasado, sin ocupantes”, señaló el jefe de la comisaría 15ª, Jorge Mendoza, a los medios locales. En tanto, confirmó que el ataque “fue intencional”.
Esa sede policial ya había sido blanco de un atentado similar el 5 de abril pasado, cuando una camioneta de la Policía de Acción Táctica (PAT) fue prendida fuego en la esquina de Sarmiento y Ameghino.
En la noche del 20/6/23 quemaron tres autos que se encontraban en el frente de la Sub comisaría 22 de Rosario. La noche anterior ocurrió lo mismo con un auto en el frente de la Comisaría 15. Nueva modalidad de apriete de los presos y narcos.Marcelo Manera
Los atacantes también dejaron un mensaje que estaba dirigido a los policías que trabajan allí y que hacía referencia a supuestos hechos de corrupción, de supuesto cobro de “peaje” a los delincuentes. La camioneta quedó totalmente destruida por las llamas, que fueron provocadas por una bomba molotov que fue lanzada por dos jóvenes cerca de las 3 de la madrugada.
Ninguno de los atacantes fue detenido, un rasgo que se repite en la mayoría de los casos y que plantea la paradoja de que los propios agentes que son atacados no logren aprehender a los autores. En uno de los hechos que ocurrió a mediados de febrero, el autor del atentado se movía en bicicleta, y aun así, tampoco pudo ser atrapado.
A raíz de esos ataques y para resguardar al personal, en marzo pasado las sedes de las comisarías 12ª, 16ª y 20ª y de las subcomisarías 24ª y 21ª fueron valladas por disposición del Ministerio de Seguridad de Santa Fe.
LA NACION